jueves, 17 de abril de 2008

Aerotalleres Bahía Blanca

Días atrás, aprovechando las ultimas jornadas cálidas y soleadas de la temporada, fue una ocasión propicia para realizar una visita a las instalaciones de lo que fuera años atrás Aerotalleres Bahía Blanca, o simplemente "Aerotalleres" como era conocido por la zona.

vista "aérea" obtenida del Google Earth

Inclusive, todo un barrio se formó a su alrededor acompañando la actividad aeronáutica, al que la gente bautizó, de forma muy original "Barrio Aerotalleres", aunque hoy no se vean muchos aviones por la zona.

Esta empresa inició sus actividades un 1º de junio de 1954 para satisfacer las necesidades de los aeroclubes de Bahía Blanca y zona de influencia, y fueron sus fundadores los Sres. Eugenio y Arturo Delmastro, Ernesto Ciucanni y los hermanos Alberto y Eugenio Martínez.
Con el tiempo éstos talleres llegaron a recibir aviones de todos los aeroclubes del sur, aeronaves civiles y aeroaplicadores.


Aerotalleres en plena labor

Para 1966 se instaló en los terrenos donde actualmente se encuentra (lo que queda), y en sus épocas de esplendor llegó a recibir y "procesar" de 250 a 300 aviones anuales.
El 25 de agosto de 1962 se informaba que a partir de 1963 se iniciaría la construcción del avión Camair 480, una conversión a bimotor del Ryan Navion, aunque varias dificultades truncaron el proyecto.
Nuevamente en 1970 se intentó la fabricación y el montaje bajo licencia de aviones Piper, pero otra vez no se pudo concretar y finalmente éste emprendimiento se realizó en San Juan (Chincul).
En 1991, los aerotalleres fueron distinguidos por la EAA filial Argentina (Experimental Aircraft Asociation) por el aporte realizado a la aviación deportiva.
La empresa estuvo habilitada para reparar aviones de hasta 5700 kg. y motores de hasta 300 hp.
El emprendimiento funcionó hasta el año 2000 aproximadamente, cuando caducó la concesión por el terreno; y los verdaderos dueños del lugar donde se emplazan las edificaciones (un gremio ferroviario) reclamó su devolución. Igualmente, el crecimiento de la ciudad hacía muy dificil las operaciones aéreas en esa zona, además que el trabajo de las reparaciones ya no era lo que solía ser.
Y desde aquellas épocas, casi nada ha quedado mas allá de los recuerdos, edificios vacíos y los únicos vestigios aeronáuticos que sobreviven son unos carteles oxidados que aún nadie se animó a quitar.


Ahora, la ciudad planea reactivar la zona y hacer un parque industrial, y por lo pronto el hangar principal ya es usado de depósito, estando los demas galpones vacíos y abandonados.


Parte del terreno fue cedido a una agrupación de aeromodelistas, que han levantado algunos edificios nuevos, y hecho mejoras a la zona oeste del predio, pero nadie se ha encargado de la pista, que ya casi ni se distingue entre los yuyos.





Según los moradores actuales del lugar, hace ya tiempo que se vendieran los últimos "pedazos de avión" que quedaban allí, siendo quizás el mas importante el Skoda que pasó tantos años tirado dentro de un cañaveral, y aparantemente sería el que el está ahora en Sierra de los Padres, decorado como si fuera soviético y propiedad de un señor que supo tener un museo de Aeroposta en la zona de Villa Harding Green.


Fernando Jara - Gonzalo Carballo
Fuentes & Bibliografía: Alas sobre la Patagonia – Oscar Rimondi-, Diario La Nueva Provincia

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